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Contaminación textil, un problema mayor

Contaminación textil, un problema mayor

¿Sabías que para elaborar la tela y confeccionar esos jeans que tanto aprecias, fue necesario utilizar 7.500 litros de agua, es decir el equivalente a lo que beberías durante siete años? Esta es solo una muestra del impacto en contaminación que tiene la industria textil en el planeta, pues despilfarra recursos, emite carbono y es un factor que incrementa el efecto invernadero  a nivel mundial.

La cultura de la moda cambiante y el posicionamiento del hábito de consumo en el que el ‘usar y tirar’ se ha impuesto de manera inconsciente, está ocasionando que la industria textil a gran escala genere el 10% de todas las emisiones de carbono y despilfarre el 20% del agua dulce del planeta. A decir de la Organización de las Naciones Unidas, la moda es la segunda industria más contaminante del mundo, superando, incluso, a la del transporte y a la de la alimentación.

La tendencia en Ecuador es similar a la del resto de países. Cifras del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC) revelan que, entre 2015 y 2020, los ecuatorianos de la zona urbana incrementaron la generación diaria de residuos sólidos de 0,57 kilogramos por persona a 0,83 kilogramos, y los desechos textiles, acompañados de otros materiales como vidrio o madera, abarcaron el 16,8% de estos residuos.

Como todo problema masivo, las soluciones están a nivel colectivo. Es necesario aplicar un cambio cultural desde cada hogar y desde cada ciudadano. Todos debemos detenernos a pensar por un momento que la ansiedad individual por adquirir una prenda que probablemente se usará una sola vez, no puede imponerse al bienestar de todos quienes habitamos este que es el único planeta en el que podemos vivir.

Es a partir de este pensamiento que podemos irnos familiarizando e incorporar a nuestro hábitos el consumo consciente de ropa que consiste en no adquirir prendas innecesarias y alejarse del ‘fast fashion’, vistiendo prendas hasta que se deterioren y cumplan su ciclo. Igualmente podemos dar una segunda oportunidad de uso a la ropa que no nos ponemos e impulsar la compra y venta de ropa de segunda mano.

Los pequeños cambios pueden provocar enormes resultados si nos involucramos todos. Alargar 9 meses la vida útil de una prenda, por ejemplo, implica una reducción del 20% al 30% de desechos, emisiones de CO2 y despilfarro de agua causado por la industria de la moda.

Siempre está en nuestras manos cuidar del planeta que, a la larga, es cuidar de nosotros mismos.

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