RECOBAQ ECUADOR

Mujeres recicladoras

Mujeres recicladoras: guardianas del ambiente

Hacen un trabajo silencioso, como silenciosa es su presencia en una sociedad que las invisibiliza. Y sin embargo, ese trabajo que hacen tiene un impacto múltiple: son el soporte de la economía de sus familias y, a la vez, guardianas de la conservación del medio amibnete. Son las mujeres recicladoras ecuatorianas.

La Organización de las Naciones Unidas (ONU) las ha denominado como ‘mujeres en la primera línea de acción por el clima’, y en el Ecuador son más de 14.000 de las 20.000 personas que se dedican al reciclaje de base. Casi todas estas mujeres no tienen acceso a la seguridad social.

Su labor es agotadora: la hacen a pie vereda, a mano para separar los residuos y caminando decenas de kilómetros diariamente, con al agravante de ser discriminadas y rechazadas por la misma sociedad a la que sirven. Lo único que piden a cambio: que las personas separen sus desechos en los propios hogares, para facilitar en algo su trabajo.

Pero además, se trata de un trabajo muy mal remunerado: los recicladores asociados tienen un ingreso mensual promedio de USD 218, mientras que el ingreso de los no asociados es de USD 188. Por un kilogramo de plástico se les paga USD 0,46 centavos, según datos del Servicio de Rentas Internas (SRI); USD 0,10 centavos por el kilo de cartón; USD 0,27 centavos por el kilo papel de archivo; y 0,10 centavos por kilo de papel kraft.

En otras palabras, nos encontramos ante una situación contradictoria: el reciclaje de base cumple una función medioambiental importante, pero es infravalorada e, incluso, discriminada por la propia sociedad. De allí la importancia de rescatar el valioso papel que desempeñan estas mujeres, más aún en un país como el Ecuador en el que la cultura del reciclaje es todavía incipiente.

Estamos hablando del único grupo social en el país que se dedica a recuperar y reutilizar desechos. El  Ecuador genera aproximadamente 13.400 toneladas diarias de residuos sólidos, y de todo ese universo de basura, ellas recuperan 208.000 toneladas al año. Es cierto, aquello constituye apenas un 3.7% de los residuos, pero lo hacen casi sin apoyo y su trabajo contribuye de alguna forma a la reducción de las emisiones de dióxido de carbono o gases de efecto invernadero que acrecientan los efectos del cambio climático.

En este mes de la mujer, es necesario rescatar la tarea sacrificada de estas heroínas quienes son la demostración vivencial y cotidiana del concepto de la ‘transición de la economía lineal a una economía circular’, que se está posicionando en los grandes foros mundiales, con la diferencia de que ellas sí pasan del discurso a la acción.

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